En el siguiente enlace compartimos con Ustedes la línea de opinión de un importante medio de comunicación nacional, sobre un tema de investigación que el Centro de Observación Ciudadana lleva adelante en su rol de Observador Electoral Independiente de las Elecciones Ecuador 2013. Matriz de opinión e investigación que se genera sobre las capacidades de acceso a información oficial, análisis y difusión pública de alarmas y denuncias:
http://www.lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101435948#.UMivKuS89qo
CENTRO DE OBSERVACIÓN CIUDADANA,
OBSERVADOR ELECTORAL INDEPENDIENTE
MIEMBRO DE LA RED LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE PARA LA DEMOCRACIA, RED-LAD
La carga de los 800
Miércoles, 12 de Diciembre de 2012
Además de influenciar en el CNE para que invitara a veedores internacionales de conveniencia, ahora se anuncia que 800 organizaciones que pertenecen y que están registradas en la Secretaría de Pueblos trabajarían como cuota de Participación Ciudadana en la veeduría de los comicios de febrero de 2013. Para muchos, esto forma parte de un fraude electoral que se ha venido fraguando sistemáticamente. Se dice que el acuerdo entre ambas organizaciones data del pasado mes de julio del año en curso y tiene como objetivo "garantizar" el control social (veedurías) de los comicios. Esto se añade a los obstáculos que han tenido que sortear organizaciones que, independientemente, en elecciones anteriores desempeñaron un importante papel en cuanto a la legitimización de sus resultados. Estos sorprendentes veedores escogidos por empleados del Gobierno y, cabe pensar, militantes, simpatizantes o beneficiarios del correísmo, se sumarían a los de la Unasur, la OEA y, si se sobrepone a las descalificaciones públicas que le endilgara nuestro Presidente, la Unión Europea. Como a los caballos antes de emprender una carrera, estos veedores tendrán sendas orejeras. El supuesto fraude tiene ya otro ingrediente, como si los que se han ido develando hasta el momento fueran pocos. Un observador imparcial y honrado, proveniente de cualquier latitud o estrato social, por ingenuo que fuera concluiría en que algo podrido hay en todo esto, pese a los infructuosos esfuerzos del CNE por ocultarlos o disimularlos. Y estaría seguro de que la decencia, en estos tiempos, brilla por su ausencia. |
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